Esta semana el INE ha mostrado el estudio sobre “el decil de salarios del empleo principal. Encuesta de Población Activa (EPA) Año 2017” que confirma la elevada desigualdad existente, el mantenimiento de trabajadores pobres y que son los salarios más bajos los que más están perdiendo poder adquisitivo. Una ilógica que solo beneficia a la élite económica gracias a las leyes y reformas laborales que les han dado todas las “armas” para pagar menos y ganar más.
Según esos datos, 73.200 personas asalariadas de Hego Euskal Herria percibieron salarios por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 2017, menos de 725 euros al mes. Pero llegan a 149.100 personas asalariadas las que perciben por debajo del umbral de la pobreza, según los cálculos oficiales que establece la UE, que en Hego Euskal Herria ronda los 1.080 euros al mes. Son el 14,64% de los asalariados. En el tramo más alto, suman 155.400 personas, un 15,26% de los asalariados.
Los salarios medios mensuales más elevados en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa (4.521,83 euros) son casi 11 veces más altos que los salarios más bajos (421,47 euros). En Nafarroa, son 453,1 euros frente a 4.300,58 euros, es decir más de nueve veces. Es decir, una persona asalariada tiene que trabajar entre nueve y once meses para cobrar lo mismo que otra con más salario en Hego Euskal Herria.
A tiempo completo, una persona asalariada a tiempo completo con el sueldo más bajo cobra de media 655,03 euros, siete veces menos que la persona asalariada con más sueldo.
Los salarios más bajos desde 2008 a 2017 cayeron un 5,63% en Nafarroa, pero en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa la caída fue muy superior, un 11,31%. Por el contrarios, los sueldos más altos crecieron un 7,39% en ese plazo en Nafarroa y un 4,41% más en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.
Todo esto ocurre cuando los salarios de 2017 cayeron frente a un año antes en un 2,5% de poder adquisitivo y casi el doble desde 2012, una caída del 2,5%, según los datos de la empresa Adecco, con lo que la diferencia salarial con el resto de comunidades del Estado español se acorta, como siempre ha pretendido la patronal vasca Confebask. Es decir, ser punteros en productividad y competitividad, pero pagar salarios más bajos para que los beneficios empresariales crezcan de forma directa.
Economía desde el otro lado 